Análisis de la actividad ecológica de las arañas en el agroecositema del olivar Manuel Cárdenas Guerrero 11 Importancia del olivar como cultivo El olivo, Olea europaea (Linneo), es un árbol perennifolio, perteneciente a la familia...
moreAnálisis de la actividad ecológica de las arañas en el agroecositema del olivar Manuel Cárdenas Guerrero 11 Importancia del olivar como cultivo El olivo, Olea europaea (Linneo), es un árbol perennifolio, perteneciente a la familia Oleaceae. Esta familia está compuesta por unas 800 especies repartidas entre 24 géneros y distribuidas por casi todo el globo, principalmente en los países cálidos, ya que falta de las regiones más frías del hemisferio Norte. El género fue descrito por primera vez por Joseph Pitton de Tournefort (1656-1798), aunque hoy en día por motivos legales se asigna a Linneo. Es una de las plantas cultivadas más antiguas, cuyos orígenes como cultivo apuntan a unos 3.000-4.000 años a.C. en la zona de Palestina (Loukas and Krimbas, 1983, Bartolini et al., 2002). El olivo es el único miembro de la familia Oleaceae con fruto comestible y por tanto de mayor importancia económica, utilizándose además como planta medicinal (Kiritsakis, 1990). Antiguamente también su producto refinado, el aceite, se relacionó con los juegos atléticos, ya que los triunfadores en los Juegos Olímpicos eran coronados con ramas de olivo silvestre y los atletas untaban su cuerpo con aceite de oliva para prepararse a luchar (López, 2001). Es un árbol de tamaño medio, no muy elevado, que alcanza hasta 8-10 m de altura en edad adulta, con copa ancha y tronco grueso, retorcido y a menudo muy corto, dejando ver estas tortuosidades que es planta que puede pasar largamente del millar de años (Loussert y Brousse, 1978). En el tronco se pueden distinguir dos partes, la inferior, más gruesa, al nivel del suelo (cepa o peana), y la superior, que parte de la peana y se subdivide en ramas. En el olivo adulto existe una correspondencia entre raíces y ramas principales a través del tronco, formando los cordones o venas, que le dan al tronco una forma asimétrica. El tronco propiamente dicho es la porción del tallo que se eleva desde la peana y que, a diversas alturas del suelo, se subdivide en ramas. Las ramas que constituyen el olivo se pueden distinguir entre principales y secundarias (Guerrero, 1997; Rapoport, 1997; López, 2001). Las hojas son simples, enteras, de peciolo corto, dispuesto en el mismo plano que el limbo, generalmente lanceoladas. El olivo conserva la copa siempre verde; las hojas formadas desde la primavera hasta el otoño, en realidad persisten en general poco más de un año. A veces algunas hojas se conservan aún por dos años consecutivos. Las hojas son correosas, persistentes durante todo el año, con el margen entero, de un color verde grisáceo por el haz y plateadas por la cara inferior (Guerrero, 1997; Rapoport, 1997; López, 2001). La inflorescencia es un racimo, y cada racimo tiene un número de flores diferente según la variedad que oscila según Loussert (1978) entre 10 y 40. Las flores están constituidas por Análisis de la actividad ecológica de las arañas en el agrocosistema del olivar Manuel Cárdenas Guerrero 12 cuatro sépalos, cuatro pétalos, dos estambres y dos carpelos. Las flores bisexuales o polígamas, se disponen en panículas axilares multifloras, con corola blanca (Guerrero, 1997; Rapoport, 1997; López, 2001). El fruto, la aceituna, era conocida entre los romanos con el nombre de drupa y ha dado nombre a todos los frutos de su clase: carnosos y con el hueso endurecido. En ella se distinguen las siguientes partes: pedúnculo o rabillo, epicarpio o piel, mesocarpio o carne, endocarpio o hueso y embrión o semilla. El epicarpio está unido al mesocarpio, que es la pulpa de la aceituna. El endocarpio está formado por el hueso que protege a la almendra (semilla). La aceituna va experimentando cambios en su coloración al tiempo que engorda. Desde un verde intenso al comienzo de su cuajado, a un verde amarillento según va desarrollándose, aparecen manchas púrpuras al iniciar el envero, sigue una tonalidad púrpura azulada, para terminar, cuando alcanza su madurez plena en una tonalidad negro azulada. Muchos de estos frutos sufren una caída fisiológica en el mes de junio, que puede llegar hasta el 50% de los frutos recién cuajados. El fruto es suculento y muy oleoso de 1 a 3,5 cm de largo, ovoide o algo globoso, verde al principio, que precisa de un ciclo anual para adquirir un color negro-morado en su plena madurez. La composición química media de una aceituna es la siguiente: agua