Dentro del entendimiento que se busca de los fenómenos mediáticos y sociales recientes, abordados desde el estudio de los medios, la globalización y los "open media", hay que pormenorizar lo sucedido en años recientes alrededor de los...
moreDentro del entendimiento que se busca de los fenómenos mediáticos y sociales recientes, abordados desde el estudio de los medios, la globalización y los "open media", hay que pormenorizar lo sucedido en años recientes alrededor de los "micromovies" y el cine hecho con móviles. A partir de la aparición comercial del Sony Ericsson T610 y luego el Siemens SX1 o el Nokia 3650, entre el 2003 y el 2004, la posibilidad de producir audiovisuales estaba en el bolsillo de cualquier usuario que comprara uno de estos primeros "smartphones". La "audiovisualización" definitiva de Internet había dado su primer paso, y su consolidación se dio al poco tiempo con la aparición de Youtube. El flujo de trabajo, antes costoso y exclusivo, y dominado por poderes centrales desde canales de TV y productoras cinematográficas, se simplificó, abarató y volcó hacia los usuarios finales, que junto al manejo de sus PC, encontraron en los móviles inteligentes al mejor aliado para producir contenido propio, y dirigido hacia sus nichos de audiencia. Con la consolidación de los sistemas operativos móviles iOS y Android, la producción audiovisual móvil da pasos certeros hacia la independencia de los PC como herramienta clave del flujo de trabajo audiovisual, consolidando a estos nuevos entornos informáticos como la pauta de la experiencia de usuario hacia el futuro, evidenciado en el cambio de los tradicionales Windows y Mac OSX a pantallas multi-táctiles y dispositivos cada vez más móviles. El cine móvil se ha integrado a las dinámicas cotidianas de la web 2.0, ejercido tanto por realizadores con aspiraciones de legitimidad, como de entusiastas que no necesariamente buscan elocuencia en el manejo del lenguaje audiovisual. Un cine para todos. Es posible entonces hablar de una democracia para el Cine?