El tránsito desde un entorno caracterizado por la estabilidad a otro, en el que actualmente se encuentran inmersas las empresas, dominado por la dinamicidad, complejidad y turbulencia, se traduce en un aumento del grado de intensidad...
moreEl tránsito desde un entorno caracterizado por la estabilidad a otro, en el que actualmente se encuentran inmersas las empresas, dominado por la dinamicidad, complejidad y turbulencia, se traduce en un aumento del grado de intensidad competitiva al que se enfrentan las mismas. Para permanecer y sobrevivir en este entorno, toda empresa debe diseñar e implantar estrategias encaminadas a la mejora permanente de su competitividad, a través de la explotación de sus recursos actuales y de la acumulación de otros nuevos. En este sentido, para muchas organizaciones, la tecnología viene siendo un instrumento que apoya la formulación de la estrategia de la empresa, pero también puede servir como punto de partida en la definición de la misma. Según esta última perspectiva, la tecnología se configura como una variable estratégica capaz de proporcionar oportunidades competitivas a las fmnas que sepan utilizarla adecuadamente. Esta línea de pensamiento estratégico entronca con la teoría de recursos y capacidades. De esta forma, el propósito de este trabajo consistirá en señalar el potencial competitivo de la tecnología, utilizando como marco de estudio la perspectiva de los recursos y capacidades, indicando asimismo la necesidad de establecer unas prácticas de dirección específicas que se concretarán en el contenido de la Dirección Estratégica de la Tecnología. Para ello, en el siguiente apartado trataremos de explicar los fundamentos de la teoría de recursos y capacidades. A continuación, utilizaremos este marco conceptual para analizar el potencial competitivo de la tecnología. Y por último, antes de las conclusiones, intentare-