Seventh-day adventist theology

In Norway research on students and religion provides useful information for the church as it seeks to present the Gospel to a post-Christian culture and retain its own maturing young people. Erling Birkedal’s longitudinal and qualitative study of faith among youth from age 13 to 25 could be considered the most significant piece of Norwegian research on this topic at this time. The information and insights gleaned yield challenges and possibilities we as a church are facing in communicating a mature SDA-faith among contemporary Norwegian students

The “Lunar Sabbath” theory claims that the biblical Sabbath was determined by the moon’s phases and that the weekly cycle resets each month. This paper critically evaluates that claim through biblical exegesis, historical evidence, linguistic analysis, and logical reasoning. Drawing from Genesis, Exodus, and the practice of Second Temple Judaism, it demonstrates that the Sabbath was always observed on a continuous seven-day cycle, independent of lunar calculations. References from the Dead Sea Scrolls, Philo, Josephus, and Roman historians confirm that Jews consistently kept a fixed, weekly Sabbath rather than one floating with the moon. Linguistic data across multiple cultures and languages further reinforce this continuity, as “Sabbath” derivatives universally designate the seventh day, Saturday. The study concludes that the Lunar Sabbath concept is a modern reinterpretation without scriptural or historical foundation, and that the unbroken weekly rhythm established at creation reflects both divine design and enduring covenant faithfulness.

La visitación pastoral es un elemento vital de la obra del pastor. Como lo define Elena de White, "esta labor de casa en casa, para buscar a las almas, para recoger a las almas perdidas, es la obra más esencial que pueda realizarse" (El evangelismo [ACES, 2015], p. 434). No obstante, la razón por la que la visitación pastoral es tan importante no se debe solo a sus excelentes resultados. Es verdad que "nada aumentará más la fuerza espiritual y el fervor y profundidad de los sentimientos, como el visitar y servir a los enfermos y abatidos, ayudándoles a ver la luz y a aferrarse de Jesús por la fe" (Elena de White, El ministerio pastoral [ACES, 2015], p. 321). Sin embargo, el verdadero motivo de su éxito se debe a que es un plan de origen divino. La idea de visitar a una persona o familia que necesita de apoyo espiritual surgió precisamente de Dios. Desde el comienzo de la historia bíblica, podemos observar al Señor que se acerca a sus criaturas en momentos de dificultad. Por ejemplo, cuando Adán y Eva pecaron, fue Dios quien salió a buscarlos: "Dios el Señor llamó al hombre y le dijo: '¿Dónde estás?' " (Gén. 3:8, 9). Aunque la primera pareja sabía que se encontraba en una mala situación espiritual y deseaba evitar a Dios, él fue a ellos para visitarlos. Lo mismo sucedió con Caín. Él había cometido el atroz crimen de asesinar a su hermano y su acción ameritaba su alejamiento de la comunidad humana. Sin embargo, Dios nuevamente tomó la iniciativa y fue a hablar con él: "¿Dónde está tu hermano Abel? [..] ¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra" (Gén. 4:9, 10). El motivo de la visita era redentor, ya que "Dios había dado a Caín una oportunidad para confesar su pecado" (Elena de White, Patriarcas y profetas [ACES, 2015], p. 63). Sin embargo, el corazón de Caín se cerró y rechazó la oportunidad de arrepentirse. Ni siquiera las visitas divinas son siempre exitosas. Jacob también fue visitado por Dios en un momento delicado. Había engañado a su padre y robarle la bendición de la primogenitura a su hermano, pero se había arrepentido y reconoció ante Dios: "indigno soy de toda tu bondad" (Gén. 32:10). Además, para compensar el daño causado a su hermano, le envió de regalo lo mejor de sus ganados (Gén. 32:13-21). Sin embargo, sentía culpa y miedo. Dios fue a visitarlo una

Repeatedly, during the last fifty years in the United States, the cry has been heard throughout the land to “HANG TEN!” Ten Commandments, that is. Never do politicians think to ask which of the Judeo-Christian bible’s three sets of ten should be hung or how much of each commandment should be printed in the epitomes to be hung on the walls of schoolrooms and public buildings. There are major differences between Protestant and Catholic in the choice of commandments (Catholics do not count the “graven-images” Second Commandment of Jews and Protestants) and the Hebrew First Commandment in Deuteronomy is prefaced by “I am YHWH your God.” This preface is never printed in Catholic or Protestant epitomes. The word “covet” in the Tenth Commandment is replaced with “cast an evil eye” for reasons explained in the text.
Everywhere the claim is made that America was founded on the Ten Commandments — or at least that its system of law and justice is based on that biblical code. Not even the Chief Justice of the United States seems to realize that our governmental system represents a reaction to the principles inherent in that code — in some cases a mighty rejection of that code. Overall, the Ten Commandments are profoundly anti-American.
It is proposed that the only solution to the problems arising of hanging commandments is this: hang them all! Hang all three sets in full text — don’t hang just the epitomes. Make sure they are the best English translations possible, rendering the Hebrew Tetragrammaton YHWH as “Yahweh,” not the namby-pamby “Lord” of nearly all current translations.

This paper examines the biblical usage and theological function of "clouds" (ʿānān, ʿāb, nephelē) in both Testaments and argues that their consistent meaning as theophanic media of divine presence invalidates the preterist interpretation of Revelation 1:7. Preterism's thesis that "coming with clouds" signifies divine judgment symbolized through the Roman destruction of Jerusalem in A.D. 70 depends on a semantic redefinition unsupported by lexicon, grammar, or canonical precedent.

A atitude correta ao participar Não pode haver influência mais prejudicial a uma reunião campal ou a qualquer outra reunião religiosa do que os muitos encontros pessoais e a conversa descuidosa. Frequentemente homens e mulheres se reúnem em pequenos grupos e empenham-se em conversa acerca de assuntos comuns que não se relacionam com a reunião. Alguns trouxeram consigo suas fazendas, outros suas casas, e estão a fazer planos para construções. Alguns dissecam o caráter de outros, e não têm tempo ou disposição para esquadrinhar o próprio coração, para descobrir os defeitos do próprio caráter, a fim de corrigir-lhe os erros, e aperfeiçoar a santidade no temor de Deus. Se todos quantos professam ser seguidores de Cristo aproveitassem o tempo fora das reuniões para conversar sobre a verdade, para deter-se na esperança do cristão, em examinar a si mesmos e em fervorosa oração diante de Deus, rogando-Lhe a bênção, muito maior seria a obra realizada do que já temos visto. Os incrédulos, que acusam falsamente os que creem na verdade, seriam convencidos por causa de sua "boa conversação em Cristo". Nossas palavras e atos são o fruto que produzimos; "portanto, pelos seus frutos os conhecereis".

Este artículo pretende rescatar el nombre y acción de las profetisas bíblicas tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento para visibilizar su acción y su significado para el tiempo de Israel y para el presente. Históricamente el nombre de las mujeres no fue visibilizado, borrándolas así del protagonismo que tuvieron en la historia de Israel. Actualmente también se invisibilizan muchas de las acciones de las mujeres porque existe todavía el imaginario patriarcal que impide valorar e impulsar el actuar femenino. Recuperar las profetisas bíblicas, sus acciones y sus aportes en la historia de salvación, contribuye decisivamente a la dignidad de las mujeres y su mayor protagonismo en la sociedad y en la Iglesia.

M. L. Andreasen’s 1953 testimony recounts his personal investigation of Ellen G. White’s writings. Initially skeptical that a woman of limited education could produce such profound theology and literary beauty, he spent three months examining her original manuscripts and letters, confirming that the published works were authentically hers. This firsthand study, along with his personal interactions with her as a gracious, clear-minded, and spiritually earnest leader with a sense of humor, convinced him that her work was divinely guided. He emphasized, however, that her writings are not a second Bible but a tool to illuminate Scripture, and he urged that they be valued while keeping Christ and the Bible as central.

La visitación pastoral es un elemento vital de la obra del pastor. Como lo define Elena de White, "esta labor de casa en casa, para buscar a las almas, para recoger a las almas perdidas, es la obra más esencial que pueda realizarse" (El evangelismo [ACES, 2015], p. 434). No obstante, la razón por la que la visitación pastoral es tan importante no se debe solo a sus excelentes resultados. Es verdad que "nada aumentará más la fuerza espiritual y el fervor y profundidad de los sentimientos, como el visitar y servir a los enfermos y abatidos, ayudándoles a ver la luz y a aferrarse de Jesús por la fe" (Elena de White, El ministerio pastoral [ACES, 2015], p. 321). Sin embargo, el verdadero motivo de su éxito se debe a que es un plan de origen divino. La idea de visitar a una persona o familia que necesita de apoyo espiritual surgió precisamente de Dios. Desde el comienzo de la historia bíblica, podemos observar al Señor que se acerca a sus criaturas en momentos de dificultad. Por ejemplo, cuando Adán y Eva pecaron, fue Dios quien salió a buscarlos: "Dios el Señor llamó al hombre y le dijo: '¿Dónde estás?' " (Gén. 3:8, 9). Aunque la primera pareja sabía que se encontraba en una mala situación espiritual y deseaba evitar a Dios, él fue a ellos para visitarlos. Lo mismo sucedió con Caín. Él había cometido el atroz crimen de asesinar a su hermano y su acción ameritaba su alejamiento de la comunidad humana. Sin embargo, Dios nuevamente tomó la iniciativa y fue a hablar con él: "¿Dónde está tu hermano Abel? [..] ¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra" (Gén. 4:9, 10). El motivo de la visita era redentor, ya que "Dios había dado a Caín una oportunidad para confesar su pecado" (Elena de White, Patriarcas y profetas [ACES, 2015], p. 63). Sin embargo, el corazón de Caín se cerró y rechazó la oportunidad de arrepentirse. Ni siquiera las visitas divinas son siempre exitosas. Jacob también fue visitado por Dios en un momento delicado. Había engañado a su padre y robarle la bendición de la primogenitura a su hermano, pero se había arrepentido y reconoció ante Dios: "indigno soy de toda tu bondad" (Gén. 32:10). Además, para compensar el daño causado a su hermano, le envió de regalo lo mejor de sus ganados (Gén. 32:13-21). Sin embargo, sentía culpa y miedo. Dios fue a visitarlo una

Las muertes de los judíos cada día iban de mal en peor, encendiéndose los revolvedores cada día más, viéndose cercados con tanta adversidad, pues estaban ya ellos, con todo el pueblo, aquejados del hambre. La muchedumbre de los muertos que dentro de la ciudad había, era espantable de ver, y daba un hedor muy pestilencial, el cual detenía la fuerza y corridas de los que peleaban; porque eran forzados a pisar los muertos, no menos que si estuviesen en el campo o en la batalla, de los cuales era el número muy grande, y los que los pisaban, ni se compadecían de ello, ni se amedrentaban, ni aun tenían por mal agüero ver la afrenta de los muertos. Ensuciados con las muertes de sus propios ciudadanos, preparábanse ya y aparejábanse para la guerra con los extranjeros, casi como injuriando a Dios, según a mí me parece, porque tardaba tanto en darles el suplicio y castigo que ellos merecían; porque la mayor parte de ellos peleaban, no porque tuviesen esperanza de alcanzar salud, sino solamente por verse desesperados, y esto era parte para pelear más ferozmente. Los romanos, aunque trabajaban mucho en juntar el aparejo para lo que edificaban, todavía levantaron sus fuertes en espacio de veintiún días; derribados todos los bosques para ello y cortados todos los árboles que había noventa estadios alrededor de la ciudad. Lo que se mostraba de la tierra movía a gran compasión, porque lo que antes solía estar lleno de árboles y tan adornado que parecía un paraíso, entonces se mostraba desierto, cortados todos los árboles que movían deleite grande; ni había extranjero alguno que hubiese antes visto la ciudad y los arrabales que tenía muy lindos, que viendo en este tiempo la soledad y destrucción, pudiese dejar de llorar o gemir, por ver cuánto daño habían hecho las revueltas y mutaciones al estado que los antiguos allí solían tener. Había destruido la guerra todas las cosas señaladas y de gentileza que tenían, de tal manera, que si alguno viniera de nuevo que hubiese visto esta ciudad antes, cuando estaba en su integridad floreciente, no la conociera ciertamente, antes estando con sus ojos presente, la buscara. La obra acabada de los fuertes era principio de temor nuevo, no menos a los romanos que a los mismos judíos; porque éstos pensaban ya ser sin duda presa la ciudad, si no ponían diligencia en ponerles otra vez fuego; y los romanos, por otra parte, no tenían por ventura voluntad de hacer otros si les destruían éstos, porque

Esta investigación tuvo como propósito evaluar la relación entre el grado de conocimiento de la doctrina bíblica de la santificación y el nivel de prácticas espirituales en el distrito de Aragón de la Asociación Metropolitana, perteneciente a la Unión Mexicana Central de la Iglesia Adventista del Séptimo Día durante el año 2025. El estudio busca comprender si el grado de conocimiento de la santificación influye o no en el nivel de prácticas o disciplinas espirituales de los miembros adventistas.

Los resultados indicaron que no existe relación entre el grado de conocimiento de la doctrina de la santificación y el nivel de ejercicio de las prácticas o disciplinas espirituales en el distrito analizado. Según estos resultados, el nivel de conocimiento de la doctrina de la santificación no influye ni en la frecuencia ni en la constancia de las disciplinas espirituales entre los miembros de iglesia estudiados.

Es muy probable que existan otros factores que mueven a los miembros de iglesia a ejercitar las prácticas espirituales pero el grado de conocimiento de la santificación no es uno de ellos. Probablemente otros factores, como la tradición, la fe en los beneficios de estas prácticas, un sentido de obligación, entre otros, jueguen un papel más importante en la motivación de los miembros para ejercitar las prácticas espirituales.

A colleague brought this challenge to me. We looked at the evidence together, and I compiled the evidence. It explores Ellen White's use of thought gems from John Harris in a personal letter to J. S. Washburn, answering the question: "Was she trying to impress Washburn with her prose or was she trying to communicate a great truth?"

Here’s a summary of the evidence presented in Washburn’s Wonderful Letter in the Handwriting of Mrs. E. G. White:

Background of the Letter

J. S. Washburn (1863–1955) treasured a handwritten 1890 letter from Ellen G. White.

He viewed it as proof that her writings were entirely inspired by the Holy Spirit, untouched by secretaries or human sources.

In the 1920s, he published facsimiles of the letter, insisting it showed “no degree whatever from any human source.”

Counterclaims & Evidence of Source Use

Critics (esp. Douglas Hackleman, 2006) noted that much of the letter closely parallels John Harris’ The Great Teacher (1836).

Hackleman claimed nearly all five devotional paragraphs were paraphrased from Harris.

Kevin Morgan tested this using WCopyfind software, producing annotated comparisons between Ellen White’s letter and Harris’ text.

Findings from Comparison

The letter does contain direct borrowings and paraphrases from Harris, including:

“Each person has a page in God’s providence… numbered hairs of his head” (cf. Harris, pp. 91–92).

Descriptions of God’s “infinite love,” “windows of heaven opened,” and “treasure of heaven poured out” (cf. Harris, pp. 93–94).

Ellen White integrated biblical references (in green text in the facsimile) and her own emphases into Harris’ framework.

Thus, her prose was not solely dictated from inspiration but a blend of borrowed phrasing, scripture, and her own expressions.

Assessment of Washburn’s Claim

Washburn’s assertion that the letter “forever demonstrates” independence from human sources is incorrect.

Ellen White herself admitted elsewhere to drawing on authors (even those she disagreed with) to present truth.

Morgan concludes that her writing did communicate “beauty, warmth, and tenderness,” but she achieved this partly by adapting others’ words.

In short:
The evidence shows Ellen White’s 1890 “Washburn letter” was not purely original inspiration as Washburn believed. It contains clear literary borrowing from John Harris’ The Great Teacher, though adapted with biblical language and her own application. Washburn’s defense of absolute originality was naïve, reflecting his ignorance of her literary practices.

Several attempts have been made to date the Torah or Pentateuch using various clues. This paper argues one such clue is the subject of failed prophecy. Some scholars have proposed the Torah or Pentateuch may have been created in Hellenistic times, the third through second centuries BC.

Is literal rest on the seventh day Sabbath a part of the Ònew covenantÓ experience to be enjoyed by Christians today? An answer to this question is reached through biblical exegesis which investigates the SabbathÕs scope of applicability. The following interrelated sub-questions delineate the main sections of the paper: 1. Is the seventh day Sabbath a universal institution, or was it only for the literal Israelites? 2. Does the seventh day Sabbath have an on-going literal application, or was it a temporary type which lost its literal significance when it met its antitype? 3. Does the seventh day Sabbath have theological significance for the present phase of the divine covenant, i.e. the Ònew covenant,Ó or did it only have theological significance as part of the obsolete Òold covenantÓ? Following consideration of these questions in order, I will conclude by formulating an answer to the overall question. Note that English quotations of biblical passages are from the NRSV translation unless otherwise indicated. I do not endorse the NRSV more than any other translation, but it is convenient for me to copy because I have it in my computer. This section explores the first sub-question: Is the seventh day Sabbath a universal institution, or was it only for the literal Israelites? My short answer to this question is: The seventh day Sabbath is universal because it was instituted at Creation for the benefit of all human beings, before the nation of Israel existed. This answer is based upon exegesis of Genesis 2:2-3, which reads: 1 The Hebrew word translated ÒrestedÓ here is the verb from the root •bt, which means Òcease,Ó Òdesist,Ó or ÒrestÓ in the sense of desisting from labor (Brown, Driver and Briggs 1979: 991-992; cp. Skinner 1930: 36-37). Although the precise etymological relationship between this verb and the noun •abb¿t, ÒSabbathÓ is elusive, the two words are used in biblical Hebrew as if they are from the same root (Hasel 1982:24). Exod 20:11 uses another Hebrew verb, nwh, to refer to GodÕs rest on the seventh day of Creation. While this word is sometimes used with reference to rest from weariness or pain (see e.g. Isa 14:3; 28:12; see further below), this meaning is not necessarily present. The basic meaning of the word seems to be the idea of settling down (see e.g. Gen 8:4; Num 11:25-26; 2 Sam 21:10). Thus, Exodus 20:11 refers to GodÕs repose at the end of Creation, but does not express the idea that he was weary (cp. Robinson 1980: 33-37; Brown, Driver and Briggs 1979: 628). 2 The idea that God does not sleep (Ps 121:3-4), which affirms the constancy of His care, appears to be contradicted in the Bible by the idea that He can be called upon to arise from sleep (Ps 7:6, 35:23, 44:23, 59:4). However, Bernard Batto has pointed out that the sleeping deity is an image which expresses the omnipotence of God, who can sleep because he has supreme authority. Batto finds this to be the essential significance of Jesus sleeping in a boat on the Sea of Galilee during a storm (

A chapter to be published in a forthcoming edited volume on Ellen G. White prepared by the Ellen G. White Research Center at Newbold College, UK.

Aimed at both scholars and laity, this chapter analyzes Ellen G. White’s views on academic education in the context of the development of Adventist schooling and her predictions regarding future educational needs. Although some of her statements have been used to justify anti-intellectual attitudes, the author demonstrates that they should be understood within the specific historical circumstances of the initially misguided curricular direction of the first Adventist educational institution, Battle Creek College, which in its first two decades failed to implement her counsel for holistic education—one that includes the Bible as its foundation and, alongside intellectual training, also physical training.

Aside from those critiques, White had a strongly positive view of academic education, provided that God and His purpose for the life of the academically trained individual are not forgotten. Her enthusiasm for academic education is also evident in her most famous work, The Great Controversy, where she consistently and in strong terms praises the academic achievements of faithful Reformers. She placed special importance on educating Adventist youth for the purpose of reaching highly educated classes but also emphasized the need for more thorough education of all Adventists as society’s overall education level increased—hence her acceptance of the move toward accreditation of Adventist institutions. According to Ellen G. White, Adventist identity and academic excellence are not mutually exclusive but instead—as in biblical examples like Daniel and his friends—together form men and women who glorify God through both their moral lives and intellectual achievements.

ENGLISH: This article analyzes Ellen G. White’s views on academic education in the context of the development of Adventist schooling and her predictions regarding future educational needs. Although some of her statements have been used to justify anti-intellectual attitudes, the author demonstrates that they should be understood within the specific historical circumstances of the initially misguided curricular direction of the first Adventist educational institution, Battle Creek College, which in its first two decades failed to implement her counsel for holistic education—one that includes the Bible as its foundation and, alongside intellectual, also physical training. Aside from those critiques, White had a strongly positive view of academic education, provided that God and His purpose for the life of the academically trained individual are not forgotten. Her enthusiasm for academic education is also evident in her most famous work, The Great Controversy, where she consistently and in strong terms praises the academic achievements of faithful Reformers. She placed special importance on educating Adventist youth for the purpose of reaching highly educated classes but also emphasized the need for more thorough education of all Adventists as society’s overall education level increased—hence her acceptance of the move toward accreditation of Adventist institutions. According to Ellen G. White, Adventist identity and academic excellence are not mutually exclusive but instead—as in biblical examples like Daniel and his friends—together build men and women who glorify God through both their moral lives and intellectual achievements.

HRVATSKI: Ovaj članak analizira stavove Ellen G. White o akademskom obrazovanju u kontekstu razvoja adventističkog školstva i njezinih predviđanja o budućim obrazovnim potrebama. Premda se neke njezine izjave koriste za opravdavanje antiintelektualnih stavova, autor pokazuje da ih treba razumjeti u konkretnim povijesnim okolnostima prvotno promašenog kurikulumskog smjera prve adventističke obrazovne ustanove Battle Creek Collegea koji je prva dva desetljeća propustio primijeniti njezine savjete za cjelovito obrazovanje, što uključuje Bibliju kao temelj te, osim intelektualnog, i tjelesni odgoj i obrazovanje. Osim tih kritika, White je izrazito pozitivno gledala na akademsko obrazovanje, pod uvjetom da se pritom ne zaboravi Bog i Njegova svrha za život akademski obrazovane osobe. Njezino oduševljenje akademskim obrazovanjem vidljivo je i u njezinom najpoznatijem djelu Veliki sukob, u kojemu dosljedno i snažnim riječima hvali akademska postignuća vjernih reformatora, unatoč tome što je te hvale pisala tijekom najvećih borbi da se Battle Creek College preusmjeri s isključivo akademskog na cjelovito obrazovanje. Posebnu važnost je pridavala i obrazovanju adventističke mladeži u svrhu dosezanja visokoobrazovanih slojeva društva, ali je isto tako upućivala i na potrebu temeljitijeg obrazovanja svih adventista kako se razina obrazovanosti u društvu povećavala, zbog čega je prihvatila i kretanja prema akreditaciji adventističkih učilišta. Za White, adventistički identitet i akademska izvrsnost ne isključuju jedno drugo, već — kao i u biblijskim primjerima poput Daniela i njegovih prijatelja — zajedno izgrađuju muškarce i žene koji Boga proslavljaju i svojim moralnim životom i intelektualnim postignućima.

One of the major roles of Israel’s writing prophets was to be enforcers of the covenant. Thus, most of the writing prophets used Leviticus 26 and Deuteronomy 27-30 in their prophetic pronouncements. They repeated the promises for obedience and gave warnings for violating the covenant. This method is even present in the book of Zechariah. This paper is research to show the literary dependence of this prophet on the prior works of Moses.

Crecí en una familia italoamericana, en un suburbio de Nueva Jersey, a kilómetro y medio exacto de los rascacielos de Manhattan. Aunque vivíamos a pocos minutos de una de las ciudades más diversas del mundo, nuestra vida estaba estrechamente definida étnica, social y espiritualmente. Cuando tenía unos diez años, recuerdo que mi padre enfatizó que éramos católicos romanos, aunque vivíamos en una ciudad mayormente formada por blancos anglosajones protestantes. Me sentí confundido, porque todos nuestros amigos eran católicos romanos, y la mayoría de ellos eran italianos. ¿Acaso alguien podía ser algo diferente? Mi padre era extremadamente leal a la iglesia, pero mi madre no. A ella le encantaban los gitanos, los adivinos, los que leían las cartas Tarot y una variedad de supersticiones más que se habían ido transmitiendo por generaciones en su familia italiana. Por ejemplo, cuando nos enfermábamos, lo primero que hacía mi mamá era llamar a «la Gorda Josie». La Gorda Josie era una médium que recitaba ciertas oraciones sobre nosotros para determinar si nos habían hecho «mal de ojo», la señal invisible de que alguien nos había lanzado una malvada maldición. Entonces explicaba con detalle los pasos necesarios para eliminar «la mala suerte». Mis hermanos mayores y yo rechazamos tanto la iglesia como las supersticiones italianas cuando éramos adolescentes. Mis padres se sintieron destruidos cuando mi hermano Anthony dejó la universidad para unirse a la Iglesia de la Unificación, fundada por el autoproclamado mesías Sun Myung Moon. A mis dieciséis años, yo ya era un agnóstico consagrado; de no haberlo sido, es posible que hubiera seguido los pasos de mi hermano. No lo abandones, pero da los pasos uno a uno. Ni tú, ni aquellos a quienes guías, volverán a ser jamás los mismos de antes. escribiendo un libro, ¿sabes?, que se llama El líder emocionalmente sano. Geri estaba serena. Yo no. En parte lo que quería era atacarla, defenderme o gritar. Un pesado silencio llenaba el ambiente. Cerré los ojos y respiré hondo. Había quedado al descubierto una parte de mi sombra, y la podía ver… otra vez. No había atravesado la línea hacia el pecado… todavía. Pero lo estaba pensando seriamente. Respiré y pensé sobre la pregunta de ella. Le envié un S.O.S. al Espíritu Santo, para pedirle poder y dominio propio. -Geri, ahora mismo estoy ansioso, impaciente, frustrado -le dije finalmente-. Todo lo que yo quería era pasar unos pocos minutos en esto y escuchar que me dijeras: «Esto está magnífico», o «Tal vez deberías cambiar una palabra». No quería nada más. Así que en realidad, mi pregunta no era sincera ni clara. -¿Y de dónde sale eso? -me preguntó. Yo dejé que aquel pesado silencio llenara toda la habitación. -Te voy a decir de dónde viene -dije finalmente-. De mi familia. Ellos están en mí. ¡Todas esas cosas están en mí: la impaciencia, la ansiedad, el no tomarme el tiempo necesario para pensar con detenimiento y claridad lo que estoy preguntando! Cuando tú no me dijiste inmediatamente que esto estaba estupendo, todo lo que me vino a la mente fue la continua negatividad que había en las respuestas de mi familia cuando yo era un niño. Era doloroso ver aquello con tanta claridad… y no por vez primera. Aun así, le di gracias a Dios por la gracia de poderlo ver, que impidió que atacara a Geri, o me defendiera a mí mismo. Y me sentí agradecido por la gracia que impidió que dejara que mi sombra cruzara la línea y llegara al pecado. Le pedí perdón a Geri y nos fuimos a descansar y a tomar un té. Diez minutos más tarde, estábamos pasando al segundo punto dentro de la agenda de nuestra pequeña reunión de personal. En parte, lo que me permitió recuperarme al instante fue una sana teología bíblica que me recordó que yo soy más que mi sombra.

O artigo “A influência de Agostinho de Hipona na Reforma Protestante” apresenta a importância das ideias de Agostinho de Hipona para a formação da teologia reformada e a construção da Reforma Protestante. Inicialmente, explica-se que a teologia reformada é sistemática, com fundamentos centrados em Deus, baseados exclusivamente na Palavra, comprometidos somente com a fé, dedicados a Cristo e estruturados em três alianças. Essa teologia rejeita o antropocentrismo, afirma a soberania divina e sustenta que a salvação não depende de méritos humanos, mas apenas da graça de Deus recebida pela fé em Cristo. Agostinho, ao longo de sua obra, destacou o papel da fé como dom divino, a graça como favor imerecido e a centralidade de Deus na vida humana, ideias que influenciaram diretamente Lutero, Calvino e Bucer. Lutero, monge agostiniano, encontrou em suas leituras de Agostinho a base para a doutrina da justificação pela fé; Calvino citou-o centenas de vezes em suas Institutas e afirmou que poderia confessar sua fé pelas palavras de Agostinho; Bucer, por sua vez, reverenciava sua obra, sobretudo no tema da justificação. O artigo conclui que a Reforma Protestante não pode ser compreendida sem reconhecer a influência decisiva de Agostinho, cuja teologia antecipou pontos essenciais do pensamento reformado. Sua busca por Deus, sua valorização da Escritura e sua compreensão da graça permanecem como um legado que ultrapassa sua época e continua a inspirar a reflexão cristã até os dias atuais.

This paper contributes to knowing details and reasons to consider ‎the ‎seventh day not only as a festive rest day but as a day of ‎adoration, ‎a day to have a meeting with the Creator, a day of the ‎Menujah, ‎according to linguistic analysis in semantic and ‎theological grounds.‎

To "put Krishna/Christ back together again" and reconcile seemingly disparate theological and scientific concepts, we must move beyond analytical divisions and embrace a synthetic, metaphysical perception. This involves recognizing shared archetypal truths and the ultimate triumph of a universally reconciling divine principle.

El presente artículo se propone analizar diferentes aspectos teológicos del evangelio de Juan. En primer lugar, se observará la estructura literaria que presenta el libro en su conjunto. En segundo lugar, consideraremos las principales problemáticas que se presentan a nivel teológico y exegético. Después, se enumeraran las diferentes enseñanzas que plantea el libro de Juan. Tras ello, continuaremos con los vínculos que tiene con otros libros canónicos y las diferencias más sobresalientes. A continuación, explicaremos la imagen que presenta el cuarto evangelio acerca de la figura de Jesús y, para finalizar, resumiremos las aplicaciones más relevantes que podemos obtener del evangelio del discípulo amado.

Dios con nosotros. Estas tres palabras constituyen, tal vez, la expresión más profunda en cualquier idioma. Declaran la suma inefable del evangelio. Describen la idea básica y absoluta de la resolución del gran conflicto universal entre el bien y el mal.
Este es un libro de teología, un estudio accesible y profundo del Dios que está con nosotros. Y, específicamente, es un libro de teología adventista del séptimo día. un sistema cuyo mismo nombre expresa dos de las más profundas ilustraciones y anhelos de la presencia de Dios con nosotros, en el tiempo (el sábado) y en la realidad física (la certeza de su pronto regreso: la segunda venida).
En esta obra, sumamente amena y reflexiva, el autor John C. Peckham enmarca la cuestión de la siguiente manera: “La temática de la presencia divina, que es esencial para la teología adventista, es a la vez un tema central de la Biblia. A decir verdad, la cuestión de la presencia de Dios con nosotros es tan prominente en las Escrituras que algunos hasta la identificarían como la principal temática bíblica. La historia y las enseñanzas de las Escrituras giran en torno a la presencia divina, donde el mismo Dios se hace humano en Cristo (llega a ser ‘Dios con nosotros’) como punto culminante de la historia de la redención. Como veremos, la obra redentora de Dios es la misma obra de reconciliara la humanidad consigo mismo para que nosotros podamos volver a estar con él en forma especial. Él así lo había planeado desde el principio, pero quedó temporalmente interrumpido por la entrada del mal”.
Dios con nosotros: Una introducción a la teología adventista presenta cada uno de los elementos de las creencias fundamentales adventistas como un ejemplo más del Dios de amor que está efectivamente con nosotros en cada una de esas claras enseñanzas bíblicas.

El presente artículo se propone analizar tres diferentes enfoques hermenéuticos que deben adoptarse al hacer una lectura de Apocalipsis 2-3. Estos tres enfoques serán analizados y se argumentará la validez de ellos, profundizando especialmente en el enfoque historicista. La razón por la que se hará más hincapié en él se debe al debate existente en torno a la validez de su uso.

There are periods which are turning points in the history of nations and of the church. In the providence of God, when these different crises arrive, the light for that time is given. If it is received, there is spiritual progress; if it is rejected, spiritual declension and shipwreck follow. The Lord in His word has opened up the aggressive work of the gospel as it has been carried on in the past, and will be in the future, even to the closing conflict, when Satanic agencies will make their last wonderful movement. From that word we understand that the forces are now at work that will usher in the last great conflict between good and evil-between Satan, the prince of darkness, and Christ, the Prince of life. But the coming triumph for the men who love and fear God is as sure as that His throne is established in the heavens. 1 This short study integrates the statements of Ellen White, Donald Trump, and Spencer Cox to illustrate a consistent theme: major historical crises are turning points orchestrated by God to test nations and individuals. The events of 11/9 and 9/11 serve as a central axis for this analysis.

El siglo XIX fue un período de revoluciones que dieron forma al siglo XX e impactaron negativamente la fe y los valores religiosos. Este trabajo analiza cinco revoluciones que marcaron este período-Revolución de los Orígenes, Espiritista, Teológica, Socialista y Atea-destacando sus protagonistas, sus principales obras y los efectos de sus ideas en la sociedad, con especial atención a la vida religiosa. Las revoluciones discutidas compartían una base materialista y proponían una sociedad separada de Dios y las Escrituras, lo que tuvo consecuencias como secularización, relativismo moral, crisis existenciales y represiones sociales. Sin embargo, en el mismo período, la Iglesia Adventista del Séptimo Día surgió como respuesta a estos cambios. Basada en las Escrituras, la cosmovisión adventista ofrece una alternativa, integrando fe y razón, reafirmando la creación divina y promoviendo la esperanza de la salvación en Cristo. A través de un análisis histórico y teológico, la obra destaca que, si bien las ideologías promovidas por las revoluciones no han logrado ofrecer soluciones completas a los desafíos humanos, los principios bíblicos continúan siendo una fuente de guía, propósito y esperanza para la humanidad.

Dios ejerce de modo admirable su misericordia sobre cada hombre en el sacramento de la Penitencia. El sacerdote, por el ministerio de la Iglesia -que ha recibido de Cristo el poder de atar y desatarconcede el perdón y la paz; absuelve de los pecados en nombre de Cristo y hace partícipe al hombre que se acerca a recibirlo de los dones salvíficos -la gracia santificante-que el mismo Dios, movido por amor, desea enviarle para su propio bien. Para lograr una mayor profundización en el sentido de este sacramento y llevar a cabo una adecuada praxis pastoral en su administración, conviene tener muy en cuenta todas las realidades teológicas que en él confluyen. En esta línea, no hay duda de que uno de los elementos principales a tener en cuenta es la realidad del pecado. En la Epístola a los Romanos San Pablo hace una presentación literaria del pecado como una potencia personificada, y establece las relaciones que tiene con la carne, la ley y la muerte. También muestra cómo es su acción sobre los hombres en las distintas situaciones posibles: antes de la redención -gentiles y judíos-y después de la redención. La presente comunicación se limita a recoger algunas reflexiones sobre un punto que resulta especialmente interesante tener en cuenta en la doctrina sobre el sacramento de la Penitencia. Vamos a detenernos a considerar la naturaleza teológica del pecado a partir de la exégesis de dos versículos que nos parecen fundamentales a este respecto: Rom 1,21, referido a los gentiles, y Rom 10,3 para el caso de los judíos; en la exposición del trabajo se podrá apreciar el porqué de esta elección. Antes de proceder a la exégesis de cada uno de ellos conviene presentar brevemente el ambiente doctrinal en el que están situados. Esto permitirá una mejor comprensión de esos versículos en el contexto de la Epístola.

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Adventist theology has always been a theology focused on eschatology, centered on interpretations of Daniel and Revelation. However, the contemporary hermeneutical approach to these texts in Adventist theology, often focusing primarily on exegesis and the analysis of intertextual connections, seems to differ significantly from that used by Adventist pioneers. Is it possible to learn anything from the apocalyptic hermeneutics of Adventist pioneers? The purpose of this paper is to briefly analyze the hermeneutical approach to biblical apocalyptic texts used by prominent Adventist pioneers. To this end, the following procedure is followed: (1) the basic methodology of the pioneers is analyzed, as well as the macro-hermeneutical presuppositions involved in their methodology; (2) the impact of their apocalyptic hermeneutics in connection with specific prophecies is exemplified; and (3) a brief evaluation of their hermeneutics is made while highlighting some implications for present-day Adventist interpreters. The study concludes that the Adventist pioneers used a systematic methodology for interpreting prophecies, to some extent inherited from Millerism, which uses the Bible to interpret historical reality in light of the text. In terms of the macro-hermeneutical presuppositions involved, however, the Adventist pioneers break with the classical tradition—still present in Millerism—by assuming that God acts in space and time in directing history. Prophetic fulfillments reveal a synchronization between heaven and earth, which the Millerites were unable to fully discover. This study leads us to conclude that the systematic study of prophecy should be revalued and appreciated among contemporary Adventist interpreters. At the same time, exegetical methodology is useful for "calibrating" the system that the study of prophecy reveals.

La teología adventista ha sido siempre una teología con foco en la escatología, centrada en las interpretaciones de Daniel y Apocalipsis. Sin embargo, el abordaje hermenéutico contemporáneo de estos textos en la teología adventista, enfocado en muchos casos mayormente en la exégesis y en el análisis de las conexiones intertextuales, parece diferir significativamente del utilizado por los pioneros adventistas. ¿Es posible aprender algo de la hermenéutica apocalíptica de los pioneros adventistas? El propósito de este trabajo es analizar brevemente el abordaje hermenéutico de los textos apocalípticos bíblicos en pioneros destacados del adventismo. Con tal propósito, se sigue el siguiente procedimiento: se analiza (1) la metodología básica de los pioneros, así como las presuposiciones macro-hermenéuticas involucradas en su metodología, (2) se ejemplifica el impacto de su hermenéutica apocalíptica en conexión con profecías específicas, y (3) se efectúa una breve evaluación de su hermenéutica a la vez que se destacan algunas implicaciones para los intérpretes adventistas actuales. El estudio arroja como resultado que los pioneros adventistas usaron una metodología sistemática para interpretar las profecías, hasta cierto punto heredada del millerismo, que utiliza la Biblia para interpretar la realidad histórica a la luz del texto. En términos de las presuposiciones macro-hermenéuticas involucradas, sin embargo, los pioneros adventistas rompen con la tradición clásica —todavía presente en el millerismo— al asumir que Dios actúa en el espacio y en el tiempo al conducir la historia. Los cumplimientos proféticos revelan una sincronización entre el cielo y la tierra, que los milleritas no pudieron descubrir completamente. Ese estudio permite concluir que el estudio sistemático de las profecías debe ser revalorizado y apreciado entre los intérpretes adventistas actuales. Al mismo tiempo, la metodología exegética es útil para “calibrar” el sistema que el estudio de las profecías revela.

This discipleship course, grounded in Baptist doctrine and biblical hermeneutics, presents an integrated path for forming mature disciples of Jesus Christ. It begins with the principle of sola Scriptura, affirming that the Bible is the inspired, infallible, and authoritative Word of God (2 Timothy 3:16), interpreted through the literal, historical, and grammatical sense, avoiding errors such as isolating verses or imposing human traditions.
Discipleship begins with the new birth, a supernatural work of the Holy Spirit that transforms the sinner, requiring repentance and faith in Christ (John 3:3–8). Jesus, true God and true man, is the disciple’s model—obedient, holy, and missional. The ordinances—believer’s baptism by immersion and the Lord’s Supper—are symbolic acts of obedience, not means of salvation, reflecting Baptist identity.
The local church, autonomous and governed by Christ, is the essential context for discipleship, where fellowship, service, discipline, and responsible membership are lived out. The disciple perseveres through prayer, holiness, witness, and service, sustained by God’s grace.
The mission culminates in multiplication: making disciples who make disciples (2 Timothy 2:2), all for the glory of God, the ultimate purpose of all things. This process, guided by the Spirit, produces spiritual fruit (Galatians 5:22–23) and transforms individuals, families, and churches.

This paper explores the expansion of sacred space in biblical history, beginning with Jesus sending out seventy disciples as a symbol of God's inclusivity. This act breaks ethnic and geographic boundaries, signaling a universal restoration of God's presence. Old Testament prophecies, particularly those in Isaiah, are shown to anticipate the inclusion of Gentiles in worship and service. These ancient promises find fulfillment in Christ, dramatically altering the religious landscape. Paul's teaching further intensifies this theme, declaring Gentiles as equal heirs and members of God's household. The events of Pentecost underscore this transition, with representatives from all nations receiving the Spirit. The concept of sacred space is thus reimagined-not as a physical location but as a reality open to every believer. Historical places like Mount Zion and the Temple retain symbolic significance, connecting Christian faith to its ancient roots. Rituals and stories from Israel's history provide continuity and depth to spiritual experience today. Through Jesus and the Spirit, the tradition of sacred space becomes dynamic, adaptable, and universal. The paper culminates in the idea that every life and nation can become a temple, reflecting God's boundless desire for communion. Overall, this narrative presents a compelling vision of sacred space as both rooted in history and radically inclusive, encompassing all people and creation.

Abstract
This study examines the sanctification of the Sabbath as presented in Genesis 2:1–2, exploring its theological, exegetical, and practical dimensions. The research analyzes the creation narrative to understand the significance of God’s rest and the divine act of blessing and sanctifying the seventh day. By tracing the linguistic, historical, and theological implications of the text, the study highlights the Sabbath as a sacred rhythm embedded in creation, reflecting God’s character and design for humanity. It emphasizes that the Sabbath is not merely a ceremonial institution but a divinely appointed time for rest, worship, and communion with the Creator. The paper seeks to bridge biblical interpretation with contemporary application, inviting a renewed appreciation for the Sabbath as a timeless covenantal sign of sanctified time.

¡Cuán bienaventurado es el hombre que no anda en el consejo de los impíos, ni se detiene en el camino de los pecadores, ni se sienta en la silla de los escarnecedores, sino que en la ley del SEÑOR está su deleite, y en su ley medita de día y de noche! 1 Nuestro equipo de académicos proveniente de seis continentes ha invertido miles de horas meditando en la ley de Dios en nombre de los millones de miembros del cuerpo de Cristo. No hemos hecho esto para suplantar sus esfuerzos, sino más bien para incitarles a unirse a nosotros en nuestra meditación sobre la ley de Dios. Nuestra reflexión en la ley de Dios es un componente orgánico de nuestro discipulado en Jesucristo, a quien pertenecemos.