Varios autores han intentado ordenar la variedad de las explicaciones ofrecidas al problema mente/cerebro, y han elaborado clasificaciones en base a diversos criterios. Sería prolijo detallarlas ahora, pero podemos encontrar tales...
moreVarios autores han intentado ordenar la variedad de las explicaciones ofrecidas al problema mente/cerebro, y han elaborado clasificaciones en base a diversos criterios. Sería prolijo detallarlas ahora, pero podemos encontrar tales clasificaciones en Bunge (1980), Churchland (1984-1988), Priest (1991) y Pagels (1988), por ejemplo. Al adentrarnos en el tema específico de la conciencia van a aparecer términos y problemas nuevos, pero en general, como podrá verse, se mantienen las opciones globales reseñadas. Si el pensamiento popular sigue siendo mayoritariamente espiritualista, no sucede lo mismo dentro del campo de las ciencias cognitivas, a pesar de que muchos filósofos y teólogos introduzcan aquí sus problemas. De manera que al lado de destacados científicos como B. Baars, F. Crick, M. Minsky, G. Edelman, D. Dennett, A. Damasio, etc., nos alineamos muchos filósofos materialistas que asumimos la tarea de despejar el camino a las investigaciones científicas 3 , a pesar de los prejuicios populares, defendiéndolas de las críticas espiritualistas. Una filosofía materialista impulsa a elaborar modelos científicos de la conciencia, como los Mapas de Información Reentrante de Edelman (1989Edelman ( , 1992)), el Modelo de Borradores Múltiples de Dennett (1980, 1991, 1996), la teoría del Espacio de Trabajo Global de Baars (1989Baars ( , 1997)). Las no materialistas se limitan a criticarlas y señalar lagunas. Así que pocos filósofos y menos científicos osan defender abiertamente el dualismo cartesiano. Sin embargo, el premio Nobel sir J.C. Eccles es uno de los últimos en hacerlo. Reconoce que la neurología está dando cuenta de la actividad mental (percepción y reconocimiento, lenguaje, motricidad, cálculo, resolución de problemas, tomas de decisión, etc.) pero se atrinchera en su último reducto: la autoconciencia, situada en el cerebro, en contacto con sus neuronas, aunque sin confundirse con ellas. Tal autoconciencia o alma es inmortal y espiritual (1977, 1989, 1996). ¿Qué es un ser espiritual, al que se define negativamente como "no-material"? Desde Platón la referencia, el analogado principal, el modelo o paradigma de los entes espirituales y no materiales ha sido precisamente nuestro pensamiento. Por ello hablar de espíritu o de alma equivale en la práctica a hablar de pensamiento, y Dios mismo fue definido por Aristóteles como pensamiento que se piensa a sí mismo. Así pues, decir que el alma o la conciencia es inmaterial equivale a decir que el pensamiento no es reductible a la materia. Con lo que la pregunta por el espíritu se traslada a su complementaria, la pregunta por la materia, y se hace necesario aclararla. El concepto de materia que aquí adopto no es absoluto sino relativo al nivel de organización que queramos observar. Pues en todos los niveles (desde los átomos hasta las estrellas o a las sociedades humanas, pasando por los organismos biológicos) podemos encontrar unos elementos básicos o materiales que están organizados. Algo así como la materia aristotélica 3 Aunque pertenecen a distintas familias, casi todas las filosofías materialistas han impulsado estos estudios. Materialistas fueron los intentos, anteriores a Ramón y Cajal, de encontrar la "química de la mente", alimentando la esperanza de una explicación científica de los procesos mentales. Una mención de honor merecen Vygotsky y Luria como representantes del viejo materialismo dialéctico. Hablaremos luego del materialismo eliminativo que defiende Paul Churchland; igual que el materialismo emergentista, como el de M. Bunge. Con todas sus limitaciones, el materialismo funcionalista ha impulsado hasta hace una década casi todas las investigaciones psicológicas y tecnológicas sobre la mente, dentro de los programas de Inteligencia Artificial. Lamentablemente su propia orientación le impedía prestar más atención a los fenómenos de la subjetividad y de la conciencia. Y como veremos más adelante, tanto el conexionismo como los materialismos biológicos constituyen una alternativa o una corrección a este funcionalismo.