La Sanabria mágica en Unamuno
Sign up for access to the world's latest research
Abstract
Conferencia en el monasterio de San Martín de Castañeda. 25 de agosto de 2018
Related papers
Paideia: revista de filosofia y …, 1998
Revista De Metalurgia, 2013
Cuadernos De La Catedra Miguel De Unamuno, 2013
Si bien el tema, que sepamos, ha sido de los menos abordados en la ya nutrida bibliografía despertada p'Or don Miguel, no nos cabe duda, a la luz de sus textos, de ser uno de los más capaces de desenvolvimientos fecundos y desde luego de los más significativos, después del religioso, para •la comprensión integral de su legado. Desde su más temprana juventud venía llamado Unamuno a una preocupación particular por el problema de la historia. Los comien~s socialistas de su obra: 1 hubieron de ponerle a la fuerza en íntimo contacto con el materialismo dialéctico, el cual no dejaría nunca de gravitar en su tomo, incluso después de ser expresa y reiteradamente repudiado en una evolución ulterior de su mentalidad. Por otra parte, la: inquietud religiosa q:ue. acabaría monopolizáp,dole y. sería de. por sí 1;>astante para explicar la entraña de su personalidad' humana y creadora, aparte de haber podido determinar, acaso decisivamente, su alejamiento de la interpretación dicha materialista de nuestro devenir, hubo de dejar otras huellas profundas !positivas en su cOlllcepción de la misma z.
La región central de Córdoba que se considera en este estudio se encuentra aproximadamente limitada por los paralelos 31º 18' y 32º 10'S ylos meridianos 64º 24' y 65º 24 O. Geológicamente está integrada por las Sierras Pampeanas de Córdoba-Sierra Grande y Sierra Chica-el piedemonte oriental y parte de la Llanura Chaco-Pampeana. En este ambiente, los estudios relacionados con el conocimiento de la Geología del Cuaternario, desde el Pleistoceno tardío al Holoceno, se desarrollaron a través del tiempo por impulsos esporádicos. En esta presentación se cita a los autores que realizaron los aportes más importantes al tema en cuestión. A los fines de sistematizar el análisis, se podrían considerar tres períodos: desde 1895 hasta 1958; de 1972 hasta 1978 y desde 1990 hasta la actualidad. Durante los dos primeros, los estudios se desarrollaron prácticamente en su totalidad en el piedemonte oriental de la Sierra Chica de Córdoba, mientras que el último se extendió a la llanura y al área de montaña. En el primer período se destacan los trabajos de Ameghino, (1885;1889), que en base al estudio de varios mamíferos fósiles, especialmente en la ciudad de Córdoba, correlacionó los pisos Ensenadense, Belgranense,
Lectura y Signo, 2016
Resumen La admiración de José Bergamín hacia su maestro Unamuno fue constante y manifiesta a lo largo de su vida. Son numerosos los artículos, ensayos y citas en sus poemas donde podemos encontrar la huella de don Miguel. Esa presencia adquiere unas notas particulares en el teatro del escritor madrileño: gusto por las paradojas, juego de palabras pero, sobre todo, un concepto del deber como escritores que no les permite quedarse al margen de la realidad que les tocó a ambos vivir. Desde sus textos de Vanguardia hasta sus piezas dramáticas en el exilio, la huella de Unamuno se hace patente y duradera, tal y como tendremos ocasión de comprobar.
impusieron Luzbel y Satanás, primero, y Adán y Eva, después, a Jehová. ¡Y ésta sí que es nivola, u opopeya o trigedia! Así se me impuso Augusto Pérez. Y esta trigedia la vio, cuando apareció esta mi obra, entre sus críticos, Alejandro Plana, mi buen amigo catalán. Los demás se atuvieron, por pereza mental, a mi diabólica invención de la nivola.
piritual. En este contexto, se buscaba la sanación a través de la intervención de curanderos y brujos, cuya labor consistía en restaurar el equilibrio comunitario.
NIEBLA cosas, pero ¿quién resiste la conversación de un jugador o un mujeriego? No hay por debajo de ella sino la de un aficionado a toros, colmo y copete de la estupidez.» No me extraña a mí, por otra parte, este consorcio de lo erótico con lo metafísico, pues creo saber que nuestros pueblos empezaron siendo, como sus literaturas nos lo muestran, guerreros y religiosos para pasar más tarde a eróticos y metafísicos. El culto a la mujer coincidió con el culto a las sutilezas conceptistas. En el albor espiritual de nuestros pueblos, en efecto, en la Edad Media, la sociedad bárbara sentía la exaltación religiosa y aun mística y la guerra --la espada lleva cruz en el puño--; pero la mujer ocupaba muy poco y muy secundario lugar en su imaginación, y las ideas estrictamente filosóficas dormitaban, envueltas en teología, en los claustros conventuales. Lo erótico y lo metafísico se desarrollan a la par. La religión es guerrera; la metafísica es erótica o voluptuosa.

Loading Preview
Sorry, preview is currently unavailable. You can download the paper by clicking the button above.