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FEDERALISM AND TERRITORIAL STATE FORM

Abstract

Catedrático de Derecho Constitucional Es cierto que en tiempos de crisis se tiende a hacer cuestión de todo. No es menos cierto que el Estado de las Autonomías ha sido, probablemente, el asunto constitucional más controvertido desde la aprobación de la Constitución española. En esto no somos nada originales, porque la cuestión nacional ha sido una constante, en ocasiones trágica, de la historia constitucional española. ¿Qué error genético contiene el diseño constitucional de nuestra forma territorial de Estado como para que siga siendo asunto polémico el modelo territorial español de reparto del poder político? ¿Por qué seguimos haciéndonos 35 años después la pregunta hamletiana sobre el ser o no ser de nuestra forma territorial de Estado hasta el punto de demandar la revisión de la Constitución de 1978 para poner punto y final a la zozobra territorial? La probable respuesta a estas preguntas sea que el modelo se diseñó para hacer lo que no se quería decir abiertamente en el texto constitucional, convertirnos en un Estado federal. Y para lograr ese juego de ilusionismo, fue necesario alumbrar una idea feliz en el año 1978: las autonomías. Pero esa idea estaba preñada de indefiniciones y ambigüedades. Un modelo de Estado tan abierto a múltiples posibilidades (hasta la de que no hubiese más autonomías que las "históricas": Cataluña, País Vasco y Galicia) que se ha agotado en su propia desorientación. Roberto Blanco, en su imprescindible libro "Los rostros del federalismo", recuerda las palabras de Ronald Watts al referirse a España: "España es una federación en todo menos en el nombre". No deja de ser curioso que, algo que tienen muy claro los federólogos foráneos al clasificar nuestro país, aquí, por el contrario, siga siendo objeto de discusión. La cuestión no es si queremos ser o no federales, porque ya lo somos; tampoco avanzar o no en más federalismo, porque el asunto no es de cuantas competencias se tienen; no, la cuestión es qué modelo de Estado federal queremos ser.