El sentido común
2004, Pliegos de Rebotica
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Abstract
Robert Boyle, que estableció las bases científicas de la Química moderna, allá por el siglo XVII, no dudaba en recomendar el empleo terapéutico de diferentes mezclas de gusanos, estiércol, orina y musgo desarrollado sobre una calavera.
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2014
En el presente trabajo he tratado de mirar, pensar y comprender al Estado Español con modos nuevos, por lo que he conseguido extraer unas autopercepciones igualmente renovadas. La condición de testigo suele ser considerada una ventaja a la hora de dar razón de un fenómeno cualquiera, pero si también eres parte del mismo, levantas sospechas de parcialidad en tus juicios, además de cierta autosospecha latente. Dado que cumplo esa doble condición, ciudadano del Estado Español y testigo crítico, he procurado tener mucha cautela, sinceridad, perspectiva adecuada y método. Por todo ello, la antropología filosófica y la fenomenología han sido mis luces, mis guías, con el fin de aproximarme cabalmente a los objetivos, los cuales espero haber sabido completar en sus formas reflexivas y de donación comprensible, realizando así un camino de reconducción de lo hallado, no exento de implicaciones éticas y políticas, el camino propio de la fenomenología práctica. La reconducción ha sobrepasado mis expectativas, al producir en mi identidad una refundación de su sentido.
Universitas Philosophica, 1991
Resumen: En el presente trabajo se presenta al comunismo jurídico como un paradigma alternativo y antagónico del derecho y el estado moderno capitalista, por tanto como una forma de conocer y producir lo jurídico que subvierte la forma jurídica burguesa. En un primer momento se muestra que, contrario a la concepción jurídica y filosófica moderna dominante, la propiedad privada no es un rasgo natural de lo humano, argumentándose a favor la hipótesis de una humanidad de lo común. En una segunda parte se afirma que este nuevo paradigma del derecho de lo común implica una forma completamente distinta de organización social, de ejercicio de poder y de producción de lo jurídico, pues implica la emergencia de subjetividades comunes transgresoras del orden capitalista y una soberanía popular basada en el interés común (y no el del capital) y, sobre todo, en la propiedad común. La emergencia del comunismo jurídico, se argumenta por ultimo en el presente trabajo, es un proceso histórico que se encuentra ya en camino en Nuestra América, por lo tanto, implica prácticas sociales y comunitarias ya presentes en nuestra realidad contemporánea.
Si antes de salir de casa uno echa una mirada hacia fuera y descubre que está nublado, es probable que tome un paraguas. Si uno decide ir a la playa, es probable que lleve un traje de baño, bronceador, toalla y previamente hubiese decidido ponerse a dieta. Si uno asiste a un congreso, es probable que haga sus propias "marcas" en su programa, llegue a tiempo para alcanzar lugar, ponga cara de que todo está muy interesante y haga anotaciones que probablemente nunca revise. Todo esto gracias al denominado Sentido Común. Es gracias al sentido común que podemos orientarnos o movernos en el espacio, gracias a él también podemos llegar a determinar qué hacer si nos perdemos o cómo comportarnos si estamos en un restaurante, en un bar o en un "table dance". Si se nos rompe una agujeta, si se va la luz, si nos regalan una planta, si las llaves se nos quedan dentro de la casa cuando ya estamos afuera, etc., sabemos qué hacer. Sabemos cómo sortear los dilemas o las peripecias a las que nos enfrentamos precisamente porque contamos con algo que se llama Sentido Común. Pero comenzar a suponer que el sentido común es solamente conocimiento acumulado estaríamos en un error, sobre todo porque no podríamos precisar 'dónde está acumulado'. Y a como va la ciencia, no sé si nuestros amigos neurofisiólogos ya hayan descubierto una zona cerebral para el sentido común. Pero en efecto, el sentido común no podría venir ya 'instalado' en el cerebro cual software de computadora. La primera idea que nos puede aproximar al estudio del sentido común es precisamente su consideración como una 'dimensión de la cultura'. Veamos: la doble convicción de que la lluvia moja y que debemos ponernos a resguardo de ella, o de que el fuego quema y que no debemos jugar con él […] se combinan para abarcar un amplio dominio de lo dado y de lo innegable, para conformar un catálogo de realidades inmanentes a la naturaleza tan concluyentes que se imponen en cualquier mente lo suficientemente esclarecida como para aceptarla (Geertz, 1983: 95).
Revista Izquierdas, 2020
Resumen: Este artículo se enfoca en el análisis del sentido común como categoría que expresa una estructura simbólica correspondiente con el modo de producción capitalista-mercantil hoy dominante. Se defiende que dicho sentido común, como cuerpo de ideas, conocimientos y pautas para el comportamiento, favorece un estado de la subjetividad de los seres humanos concordante con los requerimientos de dicho modo de producción.
Eunomía, 2018
Existen varias concepciones o versiones del concepto de bien común. Este artículo trata de presentar un breve repaso de algunas de las más importantes. Se ofrecen ejemplos del bien común en la " nueva " teoría del derecho natural; en los pensamientos liberal y utilitario; y en los pensamientos comunitario, republicano y hegeliano. Así mismo, se añaden algunos comentarios a modo de conclusión. [Abstract There are several conceptions or versions of the concept of the common good. This article aims to provide a brief overview of some of the most prominent conceptions. Accounts are offered of the common good in new natural law theory; in liberal and utilitarian thought; and in communitarian, republican, and Hegelian thought. Some commentary is provided in a brief conclusion.]
La primera certeza del sentido común comprueba originariamente una multiplicidad de cosas irreductibles entre sí. La unidad del ens no es un dato empírico originario, sino un concepto derivado, precisamente porque es común a muchas cosas. Desde este punto de vista, hay que distinguir entre la filosofía suarista y la filosofía parmenídea. En particular, la manera en que se aborda la cuestión concerniente a la oposición dialéctica entre el ser y la nada en las Disputaciones metafísicas no puede ser interpretada como la manifestación de una postura parmenídea. El punto de arranque de la reflexión suarista es la pluralidad de los entes.
Texto en www.claudiogutierrez.com Este trabajo apareció originalmente en la colección La ciencia hoy editada por el CONICIT de Costa Rica, bajo el título "Cómo ve la ciencia un filósofo" . Apareció de nuevo en mi colección Nueve ensayos epistemológicos. Esta tercera versión ha sido revisada por mí en enero de 1997.

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